Como uruguayo, pesco tarariras desde siempre.
Junto con los Dientudos es de los peces que mas sacamos en cualquier cañadita o embalse de agua dulce… y lo hacemos con cualquier arte de pesca.
Supongo que al principio es por la abundancia de esta especie en casi todos los charcos de agua dulce lo que la convierte en nuestro objetivo, pero con el tiempo es su agresividad, su gran sentido territorial y sobre todo su increíble pique lo que nos atrapa y lo que hace que poco a poco refinemos y perfeccionemos las técnicas que usamos para su captura, para hacerla cada vez más deportiva… Estoy hablando de las tarariras laguneras, las Malabaricus
Estas fueron las que hace muchos años me acercaron al mundo de la pesca con mosca. Un grupo de rochenses – Sumo, Gino, Fausto, el Canario y compañía – fueron los pioneros en desarrollar esta pesca, sobre todo en los grandes embalses del este del país donde se pueden encontrar ejemplares muy grandes de esta especie. Y fue esa pesca la primera que hice con mosca, y la sigo haciendo hasta hoy: líneas de flote, poppers y piques explosivos
Pero al poco tiempo todos empezamos a cambiar nuestro objetivo y empezamos a buscar a sus “primas”, las reinas del agua dulce en Uruguay, las Tarariras Tornasoles
Llamadas también Tarariras Azules (Hoplias Lacerdae) son una especie que habita gran parte de los cursos de agua dulce -sobre todo arroyos y ríos- de nuestro país, y prefiere aguas más limpias y oxigenadas que su prima Malabaricus. También está presente en los grandes lagos del Río Negro, pero a diferencia de sus primas no les gustan los pequeños embalses o “tajamares” donde las Malabaricus son abundantes.
Y es que es un bicho totalmente distinto: piensa distinto, come distinto, actúa distinto.
En gran parte eso fue lo que más nos costó al principio, veníamos con el chip laguneras y con esas técnicas intentábamos pescar las tornasoles … nuestros resultados no eran muy buenos.
Estamos hablando de hace ya muchos años, no había el acceso a la información que hay ahora, era todo prueba y error, adaptando técnicas y moscas y observando que pasaba.
Casi todos pescábamos con señuelos también, por lo que ese era nuestro punto de partida, y comenzábamos a conseguir un relativo éxito adaptando esas técnicas a la pesca con mosca : probamos moscas que imitaran o trabajaran de forma similar a como lo hacían los señuelos, y las buscábamos en los mismo lugares que lo hacíamos con señuelo.
Esa fue un error, la tornasol se pesca distinto con mosca que con señuelo… Pero eso todavía no lo sabíamos.
Recuerdo muchas pescas con Mauricio Alonzo en el Yi, recorriéndolo con su cano bote arrastrando señuelos, haciendo spinning y cuando logramos sacar una enseguida agarrábamos la caña de mosca y nos poníamos a tirar en ese lugar.. el señuelo era como nuestro strike indicador, nosotros queríamos pescarlas con mosca pero no teníamos muy claro ni donde, ni cómo.
La cantidad de shootings de hundimiento que deje en el fondo de ese río tratando de “raspar el fondo” como lo hacían los señuelos, técnica que cada tanto nos daba alguna, pero que estaba lejísimo del rendimiento que se tenía arrastrando muñecos.
Y es que ahí estábamos cometiendo otro error, las Tornasoles con mosca se pescan en lugares distintos a donde se pescan con señuelos. No todos los ríos y arroyos sirven para pescar Tornasoles con mosca, por más que haya tornasoles ahí. Sobre todo no todos los tramos de los ríos y arroyos sirven para pescar con mosca… Hay que buscarlas en otros lugares del mismo río.
Un par de pescas memorables, una de la barra entera un 2 de noviembre en el Yi y otra con Pérez, Nelson y Charly en el Santa Lucía, nos empezó a cambiar la cabeza, y el prueba y error empezó a dar sus frutos… empezamos a pescar los mismos ríos y arroyos, pero en otras partes. Ya no peinábamos con hundimiento los lagunones a ciegas, ahora buscábamos aguas más bajas, zonas de acecho, partes más oxigenadas del río, hasta incluso aguas “rápidas”.
Empezábamos a entender esta pesca, y empezamos a tener mucho, pero mucho más éxito. No tanto porque ahora fuéramos super pescadores, sino simplemente porque ahora podíamos ir a pescar tornasoles y realmente las pescábamos.
Siguiendo esta lógica se empezaron a pescar otros ambientes, arroyos de aguas muy bajas donde la mosca mostró ser ideal, incluso más que el señuelo. En esa época compartimos algunas pescas con Espinoza, un gran pescador de tarariras con señuelo de toda la vida, que nos llevaba al Molles porque en ese arroyo, en ese tramo de aguas bajas y lagunones chicos se pescaba muy bien con mosca.
El era un pescador que usaba mosca o spinning dependiendo de que le sirviera más para el lugar donde estaba, no porque fuera fan de una modalidad, sino porque su prueba y error le había mostrado que ahí la mosca funcionaba.
Ahora que ya sabíamos donde pescar, y más o menos cuando, empezamos a hilar más fino y nuestros prueba y error ya eran de líneas y moscas.
Para esta época ya internet nos acercaba información de otras pescas, y veíamos moscas y las adaptábamos. Charly y Perez hacían inventos que funcionaban con suerte dispar, algunos eran pseudo señuelos, otros arbolitos de navidad, pero de a poco se encontraban patrones y materiales que daban más resultado. Pero un par de moscas fueron “game changers”: la tarpon toad y la Pajarito Jiss de Nacho Silva.
Ahora que ya sabíamos donde pescar, y más o menos cuando, empezamos a hilar más fino y nuestros prueba y error ya eran de líneas y moscas.
Para esta época ya internet nos acercaba información de otras pescas, y veíamos moscas y las adaptábamos. Charly y Perez hacían inventos que funcionaban con suerte dispar, algunos eran pseudo señuelos, otros arbolitos de navidad, pero de a poco se encontraban patrones y materiales que daban más resultado. Pero un par de moscas fueron “game changers”: la tarpon toad y la Pajarito Jiss de Nacho Silva.
La Toad porque mostró más que nada que tipo de patrón, natación y materiales llamaban la atención de las tarariras: cabeza que mueva agua, y materiales con mucho movimiento en aguas tranquilas como el conejo y el marabú. Con base en esa mosca, sobre todo en su funcionamiento, se hicieron varios patrones que funcionan muy bien.
La toad original demostró su eficacia en una flotada que hicimos en el Arapey con Hasenbalg, Cotelo y Gianni. Eran de los scoutings que hacíamos para la operación de Gianni en el Arapey, buscando los mejores lugares del río. Y fue justo en la semana mágica de las tornasoles, esa semana justo antes de que se pongan en pareja y dejen de darle bola a cualquier tipo de mosca, señuelo, carnada o lo que sea… esa semana donde hay muchas, pero muchas, y en aguas bajas, y encima agresivas.
A esta altura ya sabíamos bien el “cuándo” ir a buscar las Tarariras.
Cada tornasol que veía – y en el arapey con el nivel justo de agua se ve todo – era pasarle la Toad cerca y pique seguro. Y la diferencia con el resto que venían pescando con otras moscas fue enorme, más allá del color porque todos estábamos con colores similares.
Esa mosca la había dejado ex profeso en mi caja, luego de una pesca en Cuba donde un amigo (Claus Donath) me dijo, después de ver que yo era fanático de esa mosca para la pesca de Tarpones, que el la había usado con mucho éxito en argentina hasta para pescar dorados.
En ese scouting todos terminamos pescando con Toads…
La otra mosca, la Pajarito Jiss, yo diría que es LA mosca. Pensada y diseñada desde cero para la pesca de Tornasoles , probada, vuelta a diseñar, y modificada una y otra vez hasta llegar al patrón que demostró ser irresistible para las Tornasoles. Incluso hasta los colores negro y violeta originales son ideales.
Nacho es un fanático del atado, y un enamorado de la pesca de tarariras en el embalse de baygorria. Pesco ahí muchos años, con trolling, con spinning, y lo conoce como la palma de su mano. Y busco como pescarlas con mosca.
Ya estaba más o menos claro en qué tipo de aguas buscarlas, lo que él necesitaba era el con que tentarlas.. Porque ya no estábamos hablando de Tornasoles medianitas, que eran más o menos las que todos solíamos pescar en ese momento, con alguna “grande de 5k” que salía muy cada tanto…
No, Nacho estaba buscando otro tamaño de Tornasoles, las grandes grandes de verdad. Aparatos de 6, 7, 8 kilos y hasta un poco más grandes.. Esas que yo pensaba que ya no existían hasta que en una de la tantas pescas que hacíamos con Nacho, recorriendo las lenguas y arroyitos que dan al embalse, nos cruzamos con un tronco enorme. Y digo literalmente tronco porque yo fui el primero que la vio, en no más de medio metro de agua, pero era algo tan grande que pensé que era un palo.
Y segui de largo. Nacho venía unos metros atrás mío, se para en el mismo lugar que yo, pero él le tira. Creo que llegue a decirle que estaba tirando al pedo porque era un palo, en el momento que estalla el agua y ese enorme palo se comió la mosca de Nacho. Después de una buena pelea, salió una Tararira de siete kilos seiscientos y pico de gramos (obvio que Nacho la peso jeje…) que fue el récord de Tornasol con mosca en Uruguay durante un buen tiempo.
Y ahí el juego volvió a cambiar : Ya sabíamos con que, en donde, cuando y como… Ahora el objetivo eran estas bestias prehistóricas enormes, que por suerte todavía siguen existiendo. Y no por buscar las mas grande o el récord, sino porque ahora podíamos ir a pescar esta especie con una técnica ya desarrollada y eficaz, y en busca de Tarariras de muy buenos portes.
Ahora tenemos muchos más modelos de moscas que funcionan, muchos más lugares donde buscarlas, a pez visto y en aguas claras. Hasta con moscas de flote, ratoncitos y titanics. De vadeo o desde la embarcación. En arroyos, ríos y embalses. Hasta operaciones de pesca y Lodges.
Todos los años se mejoran los récords, y cada vez sacamos más cantidad. Y todavía queda mucho más por desarrollar y aprender de esta pesca.
Y más o menos así llegamos a lo que tenemos ahora, estas bestias con mosca
No estoy diciendo que sea mejor que pescarlas con señuelos, sobre todo por las diferencias entre las dos técnicas y los lugares para buscarlas con una y otro modalidad, lo que estoy diciendo es que esto es simplemente otra cosa, esto es Pesca de Tornasoles con Mosca.
Esteban Raineri .-