Acomode en la valija las cajas de mosca, líneas de repuesto, líderes, tippets, pinzas, pantalón y remera de secado rápido, zapatillas, gorrita, guantes y anteojos. Pesé todo y como todavía no daba los 23kgs permitidos, agregue muy a mi pesar, el traje, camisas, corbatas y zapatos. Acomode el bolso de mano con todo lo necesario, cañas y reeles. Ah, la notebook y tarjetas personales también.
Me iba de nuevo a chile por pega (laburo).
Después de una semanita movida, aproveche y me fui el finde a pescar, al mar.
El pronóstico marcaba mar muy bueno. Con no más de 2 nudos de viento. “Una taza e leche compadre” me dijo el botero. Y así fue. Sábado de 12hs a 15hs fue suficiente para hartarme de sacar sierras chicas y algunas medianitas. Pero ojo, a no equivocarse que con caña 8 te chifla el moño para sacarlas. Las encontramos cerca de la costa camino a la isla. Firme. Muy firme. Era tirar. Profundizar un par de metros y pum! A correr. Ya me dolían los brazos de pelear así que le pedí al botero que buscáramos las palometas grandes de hasta 25kgs (nuestros limones) que Nico había sacado con mosca hacia solo algunas semanas.
Así que a poner la caña 10 y agrandar la mosca. Rodeamos la isla y los pistones, la mejor zona, sin novedades hasta que tuve un pique fortísimo. Pensé que se me había dado pero al ver que no corría como el diablo y que se estancaba en el fondo, me dije “Jibia y la c… De su madre”. Es un calamar gigante que yo he visto de 15 y hasta 20kgs. Con la 10 y afirmado como estatua, estuve mas de 10 minutos peleando hasta que se llevo mi palometa nightmare en anzuelo #4/0 junto con el shock wire de 30lbs. Arme de nuevo y ante otro pique fallido de Jibia que pude ver seguir la mosca, decidimos levantar y volver a por las sierras.
El domingo llego a las 6.30 am Nico y su amigo Francisco desde Santiago. Con otra mar “taza e leche” y cuando todavía era de noche a las 7 am ya caían las 3 moscas en el mismo sitio donde había pescado sierras el día anterior. No creo que haya pasado ni siquiera 1 minuto cuando los 3 reeles chillaban. Cañas arqueadas y gritos de felicidad en el bote. Nos cansamos de sacar sierras. Era cuestión de apoyar la mosca en el agua y al cachetazo tomaban en la superficie o en los primeros metros profundizando.
Así que cuando ya estábamos por irnos charlando con Nico, decide poner un Popper negro con colita roja. Habrán sido 15 minutos, pero fueron increíbles. Ver como las sierras perseguían y saltando tomaban el popper de Nico. De película.
Luego fue buscar palometas sin suerte y rajar de los sectores con jibias dado que Había un cardumen inmenso. Hasta que a la vuelta de la isla, en un bajo de unos 3 mts, en un sector conocido por sus buenas corvinas chilenas, tuve un pique mortal que me demostró no ser de jibia, al correr y cabecear con fuerza. Decíamos con Nico, típica pelea de corvina chilena grande. Léase más de 10kgs. Estuvimos tire y afloje con fuertes corridas por un breve lapso hasta que me dijo adiós, sin poder verla siquiera, dejándome mas caliente que una pipa. Así que nos fuimos a desquitar de nuevo con las sierras que estaban entre mezcladas con jureles.
A las 11.30 ya estábamos de vuelta en la caleta de pescadores. A las 14hs volví a Santiago y a las 21hs llegue a ezeiza.
Gonzalo Herrero